Luis Rossi
Cuando el señor Rafael Quintana tuvo la idea de montar una pequeña radio a partir de varios radio-aficionados que volaban por las ondas de las emisoras amateurs, pocos eran los que le aventuraba vida larga. Sin embargo desde aquel local situado en la plaza de abastos hasta hoy, casi veinticinco años han pasado y en la 107.4 de la FM se sigue escuchando los ecos de aquellos que en alguna ocasión consideraron sus micrófonos para tener la oportunidad de potenciar sus palabras. De aquellos aficionados como Yiyi, Salvador Estudillo, Manolín Núñez, Pepe Aragón, mi querido Juan Rossi, Fernando Rivera, una jovencísima Trinidad Miranda, entre otros, se pasó a la Municipal con la compra por parte de Serafín Núñez de la radio que potenció en todo el pueblo el colocar en la oreja los transistores, para escuhar aquella frecuencia. Entonces unos se fueron y otros se quedaron, pasó el tiempo y gente como Antonio Varo se unieron a los micrófonos, además de varios jóvenes provenientes del Instituto Trafalgar con inquietudes radiofónicas que formaron parte de esta familia.
Curiosamente, a lo largo del tiempo, también fueron arrimándose chavales de aquel instituto, caso en el que me incluyo, cuando de la mano de mi compañera Macu Tomé, se abrieron las puertas de las ondas para este que os escribe. Aunque en el antiguo edificio de la Policía Armada (en la avenida José Antonio) tuvo su lugar más álgido, las deficiencias de un inmueble (que actualmente esta remozado y en uso) hicieron pasar un pequeño exilio a la radio en la playa, para volver a coger fuerzas en la antigua ubicación de la Policía Local en el lateral del ayuntamiento. Paco Alba acercándonos el Teatro Falla a nuestros hogares; Juan Pedro Tocino, Isidoro Alba y, en la actualidad, Nico Bernal, narraban con sus voces lo que acontecía en los terrenos de juego de nuestro Barbate, además de otras series de programas que estos nos ofrecían. Gente a las que no he nombrado y gente a las que no he tenido el gusto de conocer. Pero, ante todo, gente que ha pasado por una radio libre, sin censuras anticipadas y, que quede claro, sin que halla que bailarle el agua a ciertos políticos. Hasta que llegó la fecha que los colaboradores que por allí andaban debían ‘pagar’ el canon de no poder decir lo que realmente quisiera de cualquier aspecto (sobre todo en temas políticos). Eso sí, hasta que se encontró la horma del zapato y, con un sueldo, hablar por las voces de otros. Por los que considero mis compañeros de profesión que un día pisaron las ondas de la 107.4, por los profesionales que siguen en la actualidad realizando honradamente su trabajo, por el propio pueblo de Barbate, pido desde estas líneas el respeto desde algún que otro diligente de la que es la radio del pueblo: Radio Barbate 107.4 Emisora Municipal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este página se reserva el derecho a la no publicación del comentario en caso de contener insultos hacia cualquier personas.