Tres compañías han presentado sus proyectos eólicos en Trafalgar

Jorge Garret/Diario de Cádiz

Tres consorcios, liderados por los gigantes Acciona, Iberdrola y Capital Energy -también promotora de la planta de biodiesel de La Cabezuela-, ya han presentado formalmente a la Administración sus proyectos para instalar parques de energía eólica en el mar de Trafalgar, según han confirmado fuentes de las tres compañías esta semana.

Las propuestas suman más de 2.300 megavatios (MW) de energía verde, potencia que supera a la central térmica de Arcos (1.600), y aspiran a situar a Cádiz al frente de esta industria en Europa. Su futuro, no obstante, se mantiene en el aire, entre el respaldo de empresarios y ecologistas y la oposición tenaz de los pescadores y de los ayuntamientos costeros de La Janda.

Es el Gobierno de Zapatero el que se reserva la última palabra sobre los aerogeneradores en aguas de Cádiz. El Ministerio de Industria, afanado en su recomposición, deberá asumir esta legislatura las tareas de acabar la regulación del sector y determinar qué iniciativas son admitidas, si es que se acepta alguna, y cuáles quedan desechadas.

Durante el último año la Administración ha dado dos pasos para ordenar la explotación eólica marina en el país, paralizada durante toda la década por la inexistencia de un marco legal. En julio, aprobó el Real Decreto 1028/2007, que enumeró los procesos administrativos que deben superar los planes de complejos eólicos en el mar. En diciembre, publicó la Evaluación Ambiental Estratégica del Litoral para la Instalación de Parques Eólicos Marinos. El informe descarta los aerogeneradores a menos de 8 kilómetros de la costa y clasifica las zonas que reúnen condiciones favorables para su explotación.

Las aguas de Trafalgar, a excepción de una franja ubicada a más de 40 kilómetros de la playa calificada como "apta" pero inútil para los productores, han quedado designadas como espacio "con condicionantes medioambientales", es decir, como un área en la que "los efectos o conflictos deberán ser analizados en la fase posterior de diseño del proyecto", según las premisas incluidas en la Evaluación Ambiental.

El estudio, que deja los proyectos gaditanos a expensas de futuras decisiones, alienta a los productores porque no cierra puertas a los aerogeneradores en el mar, pese a la oposición de los Consistorios de Vejer, Conil y Barbate, de la propia Diputación gaditana y de ciertos colectivos locales.

César del Campo, responsable del proyecto Mar de Trafalgar -con Acciona como principal accionista-, destaca la "satisfacción" de su equipo por cumplir, después de un decenio de trabajo, con "todas las exigencias marcadas por el Gobierno" . " El proyecto no afecta a la pesca, ni a las rutas marítimas, ni al paisaje, ni al turismo, tal y como demuestran todos los estudios científicos que manejamos", sostiene Del Campo, que confía en alcanzar el consenso solicitado por la Administración para aprovechar la energía eólica dominante en la costa.

El proyecto de Acciona, heredado por la multinacional tras la compra de EHN, es el más importante de Europa en generación de energía renovable en el mar, con una inversión de 2.500 millones de euros en un parque de 278 aerogeneradores que producirán unos 1.000 MW de potencia. Las máquinas son de tecnología andaluza, se ensamblarán en Barbate y estarán equipadas con jaulas para la cría de peces, según el plan, que prevé generar más de 6.000 empleos entre directos e indirectos con el parque en marcha.

Iberdrola, a través de su filial Iberdrola Renovables, también ha pedido al Gobierno espacios entre las costas de Conil y Barbate no especificados para instalar dos parques eólicos con una potencia unitaria de 498 MW, informó la empresa. El plan no está tan desarrollado como el de su competidor Acciona. El presidente de la compañía, Ignacio Galán, admitió esta semana en Madrid que su planteamiento es a largo plazo y que, ahora, la energía off-shore está a expensas de los movimientos del Gobierno central.

La tercera compañía en ratificar sus planes en la Administración ha sido la española Capital Energy, que ha ajustado su propuesta hasta los 300 MW de potencia con 100 turbinas eólicas. Fuentes de la empresa apuntaron que sus expectativas "más optimistas" de aprovechamiento del off-shore se sitúan en 2012.

Endesa y Grupo Elecnor son otras dos de las eléctricas con expectativas de sacar partido de los vientos del sur de Cádiz. A principios de 2007 constituyeron la sociedad Consorcio Eólico Marino Cabo de Trafalgar y se hicieron con los derechos del proyecto elaborado por la alemana Umweltkontor. Desde entonces, no ha habido avances significativos en la gestión de la iniciativa, según aclararon fuentes de Endesa.

El Gobierno, que está recibiendo los proyectos tal y como rige el Decreto, debe afrontar ahora la caracterización de cada área eólica marina con intereses de explotación. En este proceso, dirigido por la Dirección de Política Energética -Industria-, se recopilarán "todos los informes emitidos por las instituciones afectadas por las previsibles afecciones de un parque sobre su entorno", entre las que se encuentran la actividad pesquera, la fauna, el turismo, el patrimonio o la seguridad, detalla la normativa. También se fijará un límite a la cantidad de energía evacuable desde cada área.

La caracterización de áreas será importante para la Administración a la hora de seleccionar los proyectos. Si determina que Trafalgar no es apta para la instalación de aerogeneradores por su alto valor medioambiental, por ejemplo, difícilmente se admitirán proyectos en la zona.

Solventada la caracterización de espacios, trabajo para el que Industria no maneja plazos, las adjudicaciones de parcelas marinas se resolverán a través de un concurso. El Gobierno evitará que los parques se solapen en un mismo espacio, elegirá las mejores propuestas entre las presentadas y concederá licencias a las empresas para que estudien al detalle el potencial del viento antes de que desplieguen, en última instancia, sus aerogeneradores.

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