Cuando nos decidimos a pasar un tiempo en la playa, darnos un baño o tomar el sol con tranquilidad, nunca estamos solos. Siempre hay alguien alerta. Siempre se encuentra alguna persona vigilando y cuidando que no nos pase nada. Así, los voluntarios de Protección Civil, un año más, se esparcen por nuestras playas para que todos disfrutemos lo máximo posible de nuestro tiempo de ocio.
“Nuestra particularidad es informar”, comenta Arturo, integrante de los llamados ‘hombres y mujeres de naranja’, que durante toda la época estival vigilan nuestras costas. Su labor se ciñe a actuaciones informativas, no tienen autoridad, pero son los encargados de atender a las necesidades que nos rodea en la playa. Desde el apercibimiento a los bañistas hasta la ayuda a un minusválido, Protección Civil realiza un sinfín de actos que honran a aquellos que se enfundan una camiseta naranja y un bañador azul marino, para ejercer la labor voluntaria del cuerpo civil.
“Nuestra particularidad es informar”, comenta Arturo, integrante de los llamados ‘hombres y mujeres de naranja’, que durante toda la época estival vigilan nuestras costas. Su labor se ciñe a actuaciones informativas, no tienen autoridad, pero son los encargados de atender a las necesidades que nos rodea en la playa. Desde el apercibimiento a los bañistas hasta la ayuda a un minusválido, Protección Civil realiza un sinfín de actos que honran a aquellos que se enfundan una camiseta naranja y un bañador azul marino, para ejercer la labor voluntaria del cuerpo civil.
Para Protección Civil, lo más dificultoso es la responsabilidad de que algo suceda y que no se pueda hacer nada al respecto. No obstante, siempre se realiza alguna actuación que ayude y posibilite la tarea de los que tienen la auténtica responsabilidad. Un perro mal domesticado, un bañista intrépido que rebasa las zonas de protección, unos jugadores que molestan con el balón o cualquier conato de auxilio y urgencias... son motivaciones suficientes para emprender marcha a los ‘walkies’ y dar a la voz de alarma. En este sentido, año tras años el cuerpo de Protección Civil pone en valor a sus integrantes formándolos a los largo de las estaciones de otoño e invierno para que puedan ejercer el voluntariado de una forma más correcta, coherente y digna. Por ello, en lugares como en un evento de cualquier índole, podemos vislumbrar a una pareja mínimo de Protección Civil.El carácter voluntario de este organismo, hace que sus miembros adquieran una idiosincrasia especial al servicio del ciudadano, “dispuesto siempre a las personas que precisen cualquier tipo de auxilio”, como comenta Rafa, uno de los más veteranos del grupo. No en vano, su labor se centra en que nada ocurra, en la advertencia, en la información. A lo largo de la costas se dividen los miembros del cuerpo, atendiendo en toda la costa. En Zahara, Caños de Meca, Zahora y la playa del Carmen cubren su labor, teniendo la base en esta última para poder conectarse con todas las incidencias que puedan ocurrir en cualquier punto del largo kilometraje de la costa. Siendo, de esta forma, un alivio para visitantes y vecinos que quieran disfrutar de un día de ocio, descanso y tranquilidad en nuestro entorno costero..
ese k es el mati??¿¿?¿
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