Vecinos de Zahora esperan un cambio en el PGOU que les permita legalizar sus viviendas

Sheila Anaya/La Voz de Cádiz
Es uno de los asentamientos irregulares que más problemas ha causado en la provincia en los últimos años. Los algo más de mil vecinos de la pedanía barbateña de Zahora llevan años luchando por la regularización de sus viviendas y negocios, y por tener unos servicios básicos, hasta ahora inexistentes, que mejoren su calidad de vida. Ahora sus aspiraciones pueden hacerse realidad y según fuentes municipales en tres o cuatro años es posible que Zahora sea un poblado regularizado, con abastecimiento de agua, alumbrado público, buenas comunicaciones e incluso una depuradora compartida con Caños de Meca y El Palmar..
La historia de la pedanía comienza hace 20 años, cuando llegaron los primeros vecinos y edificaron sus viviendas en terrenos rústicos sin ningún tipo de permiso municipal. Durante los años siguientes el núcleo fue en aumento hasta que el Consistorio decidió en 1999 poner solución al problema. El entonces equipo de Gobierno del Partido Popular firmó un convenio con la Asociación de Vecinos Costa de Luz que posibilitaba un cambio de uso de los suelos de la zona mediante una modificación del PGOU. El presidente de la asociación, José Antonio Mármol, explica que «el documento recogía la regularización de todas las edificaciones anteriores a 2000, suspendiendo los expedientes sancionadores y pagándose tan sólo el 1% de la multa».

Sin embargo, el Ayuntamiento no realizó ningún cambio en el planeamiento urbanístico municipal, por lo que los vecinos pusieron el documento en manos de los juzgados, donde se encuentra actualmente pendiente de resolución en el contencioso-administrativo. A partir de ahí surgió un frente abierto entre vecinos y Ayuntamiento, que incluyó cruces de acusaciones y críticas. Sin embargo, con el cambio en la Alcaldía, ahora en manos del PSOE, los vecinos ven la posibilidad de hacer realidad sus reclamaciones.

Así lo asegura el alcalde del municipio, Rafael Quirós, comentando que «vamos a evitar más construcciones, pero hay que buscar soluciones para las que ya hay». Por ello, los representantes municipales y vecinales vienen manteniendo reuniones desde el pasado verano y en las que el regidor se comprometió a modificar el próximo planeamiento urbanístico barbateño, ahora en fase de avance, para recalificar los terrenos zahoreños convirtiéndolos en suelo urbano no consolidado. Para ello, se reunirá con el equipo redactor del PGOU perteneciente a la empresa Territorio y Ciudad dirigida por Manuel González Fustegueras. «Una vez hechas las modificaciones pertinentes, pondremos una oficina de regularización en Zahora para que los vecinos puedan acudir y que elabore un estudio detallado de la zona» explica Quirós. Todos saben que el trabajo es complicado, ya que Zahora está construido sin orden ni concierto por lo que su interior es una red laberíntica de carriles sin asfaltar, parcelas, viviendas y arboleda que ahora tendrán que ordenarse para dotar a la zona de alumbrado público, abastecimiento de agua -Zahora se abastece de pozos- y saneamiento -que ahora consiste en fosas sépticas cavadas en el subsuelo que tienen que vaciarse continuamente-.

Sin embargo, a corto plazo los vecinos también se muestran satisfechos debido a que otra de sus grandes reclamaciones puede ser una realidad en poco tiempo, el colegio. «El Ayuntamiento está hablando con varios propietarios para que cedan tres o cuatro mil metros de suelo para construir un centro escolar» asegura Mármol «por lo que el actual podría quedarse para sede de la asociación y centro de ocio con biblioteca y otros equipamientos». Sin embargo, no todo está por hacer en Zahora y ya se ha puesto en marcha un servicio de recogida de basuras y pronto se asfaltarán los carriles principales, además colocar la señalización en las carreteras, algo fundamental para la seguridad de los vecinos