Elena Martos/Barbate
La aprobación definitiva del mapa eólico marino ha reactivado el desarrollo de los proyectos que se han planteado en la provincia. La mayoría fueron anunciados antes de la publicación del decreto de 2007 que establece el procedimiento administrativo para la tramitación de estas instalaciones, pero no fue hasta hace poco más de un mes que el Gobierno aprobó el Estudio Estratégico Ambiental, que blinda prácticamente el litoral gaditano a excepción de varias zonas aptas, pero con condiciones.
Éste es el espacio del dominio marítimo terrestre con la profundidad adecuada para instalar los aerogeneradores, que no resultarían rentables más alejados de la costa. Antes de la publicación del documento estaban previstos complejos eólicos en Chipiona, Chiclana y el entorno de Trafalgar, pero todos los proyectos anunciados pisan parte del terreno prohibido, según los cálculos realizados a escala por técnicos de la Demarcación de Costas de Andalucía Occidental. Esta circunstancia obligará a las empresas a replantear las peticiones para adaptarse al nuevo mapa eólico antes de iniciar la tramitación. Este cambio conlleva también una revisión de las iniciativas presentadas, dado que en algunos casos la zona permitida se encuentra a mayor profundidad de la contemplada en un principio o se encuentra más alejada de la costa.
La distancia de la playa es importante porque la estación de transformación de la energía habría que construirla fuera y un trasvase a mayor distancia sería más costoso, lo que podría hacer que la inversión fuera poco viable desde el punto de vista técnico y de los costes de implantación.
Situación actual
El caso más claro es el de Chiclana, donde el parque y las dos torres de medida solicitadas en este tramo se localizan en zonas de exclusión. El límite permitido en el litoral chiclanero se encuentra a unos 40 metros de profundidad, casi el doble de lo previsto. El proyecto inicial lo lidera el grupo EHN, Capital Energy y la compañía alemana Umwelkontor y cuenta con una potencia total de 140 megavatios previstos a una produndidad de entre 17 y 20 metros.
Mejores perspectivas tienen los que presentan de forma conjunta el Ayuntamiento de Chipiona, la empresa cordobesa Magtel y la Universidad de Cádiz, donde sólo habría que buscar una nueva ubicación para una de las dos torres de medidas solicitadas en ese tramo de costa. Los molinos también habría que instalarlos a una profundidad de entre 17 y 19 metros, según los datos de Costas. No obstante, los dos parques se encuentran en zonas aptas con condicionantes y están a la espera de la descripción final de todo el área de interés para iniciar el trámite.
La zona más demandada es la de Trafalgar. Los primeros proyectos se plantearon allí dadas las condiciones de viento y la situación de las aguas de escasa hondura. Son hasta cinco las iniciativas presentadas y todas ellas se ven parcialmente afectadas por los espacios excluidos. A Trafalgar se le une otro obstáculo, además del legal: el rechazo social de ayuntamientos, vecinos, pescadores y almadrabas, que se han constituido en una plataforma desde la que hacen presión para que los molinos no se levanten en este enclave.
En cualquier caso, los aerogeneradores proyectados por las empresas se encuentran a más de ocho kilómetros de la playa, que es el límite permitido, pero dado el perímetro con condicionantes, indicador de una zona limitada, que aparece pintada de amarillo en los mapas publicados por Medio Ambiente, no podrán instalarse todos los molinos previstos. Los cinco proyectos los abanderan cuatro grupos empresariales: Iberdrola, Endesa-Elecnor, Capital Energy y la Agrupación de Interés Económico para la Comarca de Trafalgar, liderada por Acciona.
Respecto al resto de la costa gaditana, el mapa eólico excluye al Estrecho de Gibraltar, y toda la superficie cercana a la playa con un límite de ocho kilómetros. La zona apta en la que no hay condicionantes se sitúan a más de 40 kilómetros de la arena en la mayoría de los casos, por lo que llevar la energía hasta tierra para su transformación resulta muy costoso y las empresas no disponen tampoco de tecnología para instalar a la profundidad que habría en esa zona. La potencia mínima de los parques serán de 50 megavatios y está por decidir cuál sea la máxima que se podrá instalar en el área de mayor interés, que va de Sanlúcar a Barbate en el caso de Cádiz.
Extraida de: www.lavozdecadiz.com
SI NO HUBIERA LLORADO TANTO MARTA CRESPO,ESOS ATUNES SE HUBIERAN COGIDO.SE PREGUNTAN¿CUANTOS EUROS SE HA METIDO EN EL BOLSILLO MARTA PARA QUE PONGAN UN TOPE?¿PORQUE NO PONEN TOPE A LOS ATUNEROS QUE LLEVAN PESCANDO CRIAS TODO EL AÑO?
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